Es una ruta llana que discurre muy cerca de acantilados impresionantes, de entre 70 y 80 metros de altura. Cruzaremos por un enorme mosaico de pastos, tierras de labor y setos de altísimos de cipreses.
Podremos disfrutar de una magnífica panorámica de la desembocadura del río Esva con la preciosa playa de Cueva. Y conocerás más del patrimonio etnográfico e histórico de este territorio. Sin olvidar su flora y su fauna, siempre presentes en nuestras Mochi-Actividades.